La estafa de la sanidad pública


Una amiga de Dempeus ha publicat aquesta reflexió en el seu blog acabat d’inaugurar Agora. Nosaltres compartim el que és fonamental: que la sanitat no és gratuita, que és un dret de totes i tots, i que és una estafa inmensa la seva privatització. 

logo-ministerio-sanidad-y-politica-socialEn esta entrada, la primera propiamente dicha y con la que abro fuego, no voy a hablar de la sanidad pública en su vertiente de asistencia garantizada a todos los ciudadanos, como derecho humano, sino en su vertiente de aseguradora.
Se dice, se repite y se ha conseguido que infinidad de personas caigan en el error de creer que la sanidad pública es gratuita. No lo es. No para una gran mayoría.
Como asistencia libre, garantizada a todos los ciudadanos los recursos tienen que salir de los presupuestos del Estado y a partir de los impuestos directos e indirectos que pagamos absolutamente todos. Pero en el caso de los trabajadores, todos los declarados que cotizamos obligatoriamente (y ahí está el punto más importante) a la Seguridad Social, la sanidad la pagamos o la hemos pagado cada mes de nuestra vida laboral.
He trabajado desde los 14 años y ando más que mediados los 50. En mi largo recorrido por el mundo laboral he tenido ocasión de llevar también las nóminas de una empresa. Nunca me he perdido en todos los apartados de la hoja de salarios sino que me muevo como pez en el agua. Y desde el primer momento siempre he pagado obligatoriamente –de hecho me han deducido directamente del salario por decreto- dos grandes conceptos: IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) y Seguridad Social.
nomina conceptosLa Seguridad Social es un seguro, público en lugar de privado. Ni más ni menos en este caso.(1) Está compuesto de varios apartados con diferentes porcentajes sobre el salario, lo que hace que realmente paga más quien cobra más… hasta cierto tope. Quienes cobran 200.0000 euros anuales, si realmente los declaran, pagan IRPF sobre el total íntegro (casi el 50%) pero no así en la Seguridad Social. Quizás es eso lo que se tendría que reformar aunque entonces surge un nuevo problema. Si alguien paga alrededor de un 7% para la aseguradora pública sobre el total de su salario, tiene derecho a reclamar la pensión pertinente y desde la organización, la Tesorería de la Seguridad Social, y por tanto el gobierno, no se está dispuesto a pagar más de 2.700 euros al mes que es en estos momentos –si no ha habido algún cambio de última hora- la pensión máxima que se puede percibir desde dicha Tesorería. Siendo así, quizás ya está bien como está. La cuestión de que es mejor, aplicar el porcentaje a la totalidad de los ingresos y luego mejorar las pensiones a quienes más han pagado, o dejarlo así ya que parece que saber administrar adecuadamente el dinero no se les da demasiado bien, que la analicen personas expertas.
Examinando los diversos conceptos de ese casi 7% de seguro que fui  pagando durante los 30 años que estuve empleada por cuenta ajena, la parte del león se la llevaba la sanidad o lo que sería el seguro médico; un porcentaje menor estaba destinado al fondo de pensiones, mi seguro de pensión, y habían dos agregados más, de poca cuantía y de implantación posterior al comienzo de mi vida laboral, supongo que en los años 80, destinado al seguro del paro y formación.
Además, las empresas pagaban por cada empleado un 30% adicional que en la actualidad se ha visto muy rebajado con los diversos incentivos a la contratación: jóvenes, contratos en prácticas, mayores, contratos de larga duración… Este tema también se merece un análisis aparte.
En resumen. Somos muchos quienes durante 20, 30, 40 y hasta 50 años hemos estado pagando un seguro obligatorio de enfermedad y pensiones. ¿Dónde está la gratuidad?
Más. Desde la segunda mitad de los años 70 hasta 1997, cuando tuve un bache económico, estuve pagando una aseguradora médica aparte al igual que otras muchas personas. Hemos estado descongestionando la sanidad pública y pagando doble para obtener una asistencia de calidad. Exactamente como lo digo. Sin listas de espera, sin perder una mañana entera para que te atienda el médico, con facultativos que no tienen una lista de 50 personas para atenderlas en cuatro horas como era hasta hace pocos años.
Actualmente la jornada es más larga pero posiblemente la lista también. Con los médicos de cabecera el tiempo para cada paciente es de 5 minutos. E incluso dan la misma hora a dos personas distintas y no por error porque es un hecho repetido. Hay overbooking.
Durante todos estos años he visto como personas que habían ahorrado y depositado su dinero en diferentes entidades para asegurarse una vejez tranquila, se han visto estafadas y robadas al quebrar algunas de esas entidades y esfumarse otras. Algunas han sido noticia, se han pedido responsabilidades, incluso en algún caso ha intervenido el Fondo de Garantías del Estado (muy raramente), pero toda esta gente ha visto como sus ahorros se esfumaban.
Para nada estoy hablando de los fondos de inversión. Estos lugares siempre son de riesgo y aunque en las entidades financieras animen a las personas a depositar sus ahorros en los mismos porque dan mayores intereses, la inseguridad es muy alta. Como en la ruleta, la Casa nunca pierde, los jugadores sí. Hasta la camisa.
Lo que no era de esperar es que nos defraudara el mismísimo Estado, los gobiernos autonómicos y la sanidad pública. Pues lo están haciendo. Porque si es su intención –que lo es- privatizar muchos servicios y reducir los públicos, dejándonos a muchos sin atención y que suframos como perros, entonces, esto es la estafa más monumental de todas. El gobierno defrauda a los ciudadanos.
¿Crimen económico?(2) Naturalmente que sí.
(1) Si alguien quiere argumentar que no es tal seguro sino un fondo para dar el servicio de sanidad pública y pago de pensiones, que siempre hay quien quiere hacernos comulgar con ruedas de molino, que lo hubieran metido todo en el mismo saco, el de los impuestos directos, el IRPF. De esta manera, desde el primer momento todos hubiéramos sabido que tanto para la enfermedad como para la vejez  nos teníamos que buscar la vida y hubiéramos actuado de forma muy distinta a como hemos hecho. Yo la primera.      
(2) Ver http://angelsmcastells.nireblog.com/post/2011/04/02/lourdes-beneria-y-carmen-sarasua-crimenes-economicos-contra-la-humanidad 

Acerca de Dempeus per la salut pública

Col·lectiu de persones en defensa de la salut pública
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