El respeto y el cuidado a los ancianos


Hemos traducido para Dempeus este artículo de la revista The Lancet, Volumen 376, Número 9754, página 1711, 20 de noviembre 2010. Nos ha parecido de interés difundir este informe sobre los datos de ancianos fallecidos tras una operación, que pone de manifiesto los fallos en la atención a las personas mayores en los hospitales ingleses. Nos gustaria conocer a fondo la situación en nuestro país.

EESE_fullReport-1La imagen utópica de las personas mayores como miembros venerados de la sociedad que se han ganado el respeto después de una vida de trabajo y de acumulación de conocimientos y experiencia se ha desplomado aún más con la publicación del último informe del Servicio Nacional de Información Confidencial sobre los Desenlaces de los Pacientes (NCEPOD), un eufemismo para hablar de muertes. El informe es una revisión de la atención recibida por los pacientes ancianos sometidos a cirugía, publicada el 11 de noviembre, que se suma a la batería de estadísticas deprimentes que describen cómo algunas personas mayores terminan sus vidas en el Reino Unido. Recientes informes de prensa han contado historias impactantes sobre la negligencia hacia las personas mayores por parte de sus familias o cuidadores en hogares de ancianos. Ahora el documento NCEPOD habla de cómo los pacientes mayores que han sido sometidos a cirugía se quedaron con demasiada frecuencia, aislados, confundidos, con frío y con dolor.

El informe presenta datos de las personas mayores de 80 años de edad que murieron dentro de los 30 días siguientes a operaciones realizadas entre el 1 de abril y 30 de junio de 2008. Los datos de todos los aspectos de la atención, desde el ingreso hasta la muerte, se reunieron por la revisión de 820 notas de los casos y alrededor de 2.000 cuestionarios cumplimentados por los médicos involucrados la atención a los pacientes. Otros datos sobre los servicios hospitalarios se obtuvieron de 280 cuestionarios de la organización. Los pacientes fueron operados en todos los hospitales en Inglaterra, Gales, Irlanda del Norte, la Isla de Man y las Islas del Canal.

La frase, «la lectura de este informe es deprimente», establece el tono del informe, que está lleno de las palabras «decepcionante», «insatisfactorio», e «inadecuado». A medida que avanza la estancia de los pacientes en el hospital, los áridos datos del informe inexorablemente detallan fallos en la atención. Muchos pacientes no fueron estabilizados adecuadamente antes de la cirugía. Muchos no tenía antecedentes de una evaluación cognitiva formal, especialmente en lo relativo a la necesidad de consentimiento informado. Muchos de los que eran propensos a tener deficiencia sensorial no tenían la documentación de esta. Los detalles sobre el grado de fragilidad y el estado nutricional no se registraron de manera óptima. La lista de errores preoperatorios continúa.

Sin embargo, el informe ofrece algunas buenas noticias. Muchos pacientes fueron operados por un cirujano del nivel adecuado, y muchos fueron sometidos a cirugía de modo oportuno. Sin embargo, en el 21% de los de los casos los evaluadores consideran que un retraso en la cirugía fue clínicamente significativo y hubo unos pocos casos para los que el cirujano estaba poco cualificado.

Una vez fuera de la sala de operaciones, sin embargo, la letanía de los errores se reanuda. A los pacientes propensos a la confusión se les prescribieron benzodiazepinas, no se midió la producción de orina por hora, no fue registrada la temperatura y los pacientes fallecieron por hipotermia. El resultado final de estos desafortunados pacientes fue la muerte. En tan sólo alrededor del 40% de los casos los evaluadores consideran que los pacientes habían recibido una buena atención.

Esta es una imagen triste, pero se tiene que poner en contexto. Este informe sólo se centraba en los pacientes que habían muerto después de la cirugía, y en muchas otras ocasiones, sin duda, los resultados para las personas mayores que se someten a cirugía son buenos. Sin embargo, aprendemos más de nuestros errores, y el informe NCEPOD por lo tanto proporciona una oportunidad de aprendizaje ideal. ¿Qué puede hacer la profesión médica para asegurarse que estas deficiencias se solucionan

Ciertamente, la aplicación de las recomendaciones del informe son un largo camino para mejorar la suerte de las personas mayores que se someten a cirugía. Esto requerirá un cambio radical en la forma de atender a estos pacientes. En el corazón de las recomendaciones del informe es que «los datos diarios de Medicina para la Atención a las Personas Mayores deben estar disponibles para los pacientes ancianos sometidos a cirugía». Estos geriatras, psiquiatras y profesionales de la salud tienen una valiosa experiencia en la atención a las personas con comorbilidades complejas, y los hospitales necesitan salir de la temporalidad, en base a consultas puntuales como es a menudo solicitada su experiencia.

En la actualidad, alrededor del 40% de todos los pacientes quirúrgicos son mayores de 65 años de edad, cifra que aumentará a medida que envejecezca la población. Para brindar una atención diaria óptima para las personas mayores que se someten a cirugía se requerirá un aumento masivo del número de médicos que atienden a las personas mayores. Además, la formación de pregrado y postgrado en todas las especialidades necesita focalizarse en el cuidado de las personas mayores. Ciertamente, los cursos cortos de pregrado en el cuidado de las personas mayores que ofrecen muchas universidades son tristemente inadecuados dado que la mayoría de los pacientes que los médicos tratan tienen más de 65 años. Por último, las personas mayores debería estar mucho más representadas en los ensayos de investigación, sólo con datos de mejores resultados se pueden los médicos personalizar una atención adecuada.

Las personas mayores confían en los que se ocupan de ellos para asegurar de que tienen la mejor atención. Los geriatras ahora deben exigir que se hagn los cambios para hacer del buen cuidado una norma.


Fuente: The Lancet

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Col·lectiu de persones en defensa de la salut pública
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3 respuestas a El respeto y el cuidado a los ancianos

  1. Hotaru dijo:

    El sistema de Salud Publica inglés mata ancianos de hambre tanto en hospitales como en geriátricos. Se han visto casos de ancianos ingresados que perdian peso y salud a marchas forzadas y cuando sus familias se los han llevado a casa la salud y el peso han vuelto a su sitio. Ha habido muchas cuidadoras que se han quejado de que no podian darles la papilla a todos los ancianos que tenian asignados en su planta. En el Reino Unido, en los hospitales publicos, se hacen operaciones de corazon abierto con cuchara sopera, por falta de herramientas de cirujano. Este tipo de informaciones las leía en buenos periódicos y veia en las noticias de canales de television para personas normales cuando yo vivia en el Reino Unido. Yo me volví del Reino Unido, mi salud no volvió. A mi también me gustaria conocer a fondo la situacion en mi pais, aunque por la parte que les ha tocado a mis abuelos, siempre muy agradecidos a la Seguridad Social no se sabe bien si por santa resignación, me hago una idea probablemente muy ceñida a la realidad general. Seria bueno que en nuestro país se consiguiera echar más luz sobre este tema en los medios de comunicación de más publico, igual que en el Reino Unido. Gracias por vuestra labor Dempeus!

  2. Gracias por tu comentario y por tus ánimos Hotaru. Nosotros también creemos que tenemos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, por eso no queremos que nos lo desmonten. Respecto a las residencias geriátricas ya no somos tan optimistas, a la vista de los casos de desatención y malos tratos que han salido a la luz. Mientras estén la mayoría en manos privadas, que buscan el máximo beneficio, dificilmente mejorará esta situación.

  3. El cuidado de ancianos debe llevarse a cabo mediante profesionales. La atención geriátrica a través de expertos aumenta considerablemente la calidad de vida de las personas de la tercera edad.

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